Durante
este tercer curso, una de las cosas que más me han gustado ha sido
el descubrimiento sobre todo de terminología relativa a la enseñanza
de lenguas: representaciones mentales, inferencias, malentendidos
pragmáticos, esquemas mentales compartidos, vacío de información,
etc. El contacto con todos estos términos nuevos supuesto para mí
ha que la perspectiva desde la que observo este mundo se haya
enriquecido.
Hemos
aprendido que dentro de una comunidad de
hablantes de una lengua, existen conocimientos, valores, ideas y
creencias compartidas que influyen de manera directa en la
comunicación. Comunicar no es solo transmitir unos datos, sino
también crear en los demás un conjunto de representaciones
mentales (es
decir, transmitir actitudes, pensamientos, creencias, etc.). Esto
puede conseguirse a través del uso de la lengua, pero también de
otras formas.
En
la comunicación, lo importante no son las circunstancias objetivas
que rodean el acto, sino sobre todo la percepción que los
participantes tienen de ellas, es decir, el contexto mental que cada
persona construye a partir de la realidad exterior, incorporando
también sus propias creencias, necesidades, intenciones.
Me
ha gustado mucho el tema de los malentendidos
pragmáticos. Como
futuros profesores de L2, tenemos que prestar mucha atención al
componente pragmático en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una
lengua extranjera, ya que los malentendidos pragmáticos llevan a la
formulación de juicios sobre las intenciones y actitudes del
hablante, en lugar de hacerlo sobre los conocimientos lingüísticos
de éste.
Asimismo,
me ha parecido muy útil tratar la existencia de esquemas
mentales compartidos,
que
facilitan
el éxito de las interacciones sociales, especialmente en situaciones
frecuentes o rutinarias. También me gustaría destacar
el papel de las fórmulas convencionales,
enunciados especializados en la realización de determinados actos de
habla; y de las implicaturas
que,
según Grice, están presentes en el proceso de interpretación de
cualquier enunciado, tenemos que tener muy en cuenta que siempre
comunicamos mucho más de lo que decimos.
Otro
aspecto que me ha llamado la atención ha sido el del vacío
de información.
Me ha parecido especialmente útil la actividad 4 de la unidad 2 del
módulo 3, en la que hemos tenido que crear un actividad
comunicativa. teniendo en cuenta los dos requisitos básicos según
Grice, el vacío de información y la intención comunicativa. Hemos
aprendido que para que una actividad sea comunicativa, compartir
información con los compañeros tiene que ser una necesidad para
llevar a cabo la actividad, y no sólo una mera excusa para practicar
formas lingüísticas.
En
conclusión, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, lo
fundamental es que los aprendices adquieran la capacidad de usar la
lengua de acuerdo con unos objetivos y unas necesidades de
comunicación específicas. Esto supone que la
práctica comunicativa
debe tener un lugar prioritario en el aula de ELE.
Gracias
José por la paciencia que has tenido y decirte que me ha encantado
este curso, ha sido muy dinámico y muy interesante.
Estoy
deseando que llegue la semana del seminario en Madrid para conoceros
a todos :))
Un
abrazo,
Patricia
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